Restauración de las praderas de posidonia afectadas por la presencia de sistemas de amarre y muertos de fondeo
Las praderas de posidonia son los “bosques submarinos” del mar Mediterráneo. La posidonia (Posidonia oceanica) es una fanerógama marina endémica del Mediterráneo que forma grandes praderas que se pueden distribuir desde la superficie a más de 40 metros de profundidad.
A pesar de estar protegida, tanto a nivel nacional como internacional, las praderas de posidonia están sufriendo una regresión crítica.
El fondeo de barcos es una de las principales causas de esta regresión. Para minimizar este impacto, las acciones de conservación que se llevan a cabo generalmente consisten en instalar campos de boyas de fondeo, que se fijan en el fondo marino utilizando normalmente bloques de hormigón (llamados muertos de fondeo). A menudo, la instalación de estos sistemas de amarre no se hace correctamente, afectando gravemente tanto a la posidonia como a otras especies, pudiendo causar más impacto que el propio fondeo con ancla.
¿Cómo?
Desde 2018, el objetivo del proyecto es restaurar las praderas de posidonia presentes en los campos de boyas de fondeo de los Parques Naturales del Montgrí, las Illes Medes y el Baix Ter y del Cap de Creus.
Este proyecto se ha realizado por encargo de Infraestructuras de la Generalitat de Catalunya.
El proyecto se ha llevado a cabo en dos fases:
La primera consiste en la diagnosis de los campos de fondeo, en los que se localizan los bloques de hormigón que afectan a la posidonia. Estos bloques se posicionan utilizando un GPS y se realiza una valoración con el fin de decidir si se deberían reubicar o extraer.
La segunda consiste en la reubicación o extracción de los bloques que afectaban a la posidonia.
A lo largo del año 2018 se realizó la diagnosis de 10 campos de boyas de fondeo en los municipios de Torroella de Montgrí (Parque Natural de Montgrí, las Illes Medes y el Baix Ter), Rosas y Cadaqués (Parque Natural Cap de Creus), comportando una superficie total de 52 hectáreas. En ellas se detectaron 452 bloques de hormigón que afectaban a la posidonia.
En una primera instancia, 15 bloques de hormigón fueron reubicados y un total de 139 fueron extraídos, trasladándose a un vertedero controlado donde fueron gestionados como residuos. Además de los bloques de hormigón, se localizaron y extrajeron un total de 47 restos de varias tipologías que también afectaban a la posidonia.
Actualmente, se está desarrollando una segunda fase para la extracción de los bloques de hormigón restantes.
Este proyecto se ha realizado por encargo del departamento de Infraestructuras de la Generalitat de Cataluña.
“La posidonia está en regresión en todo el Mediterráneo, se ha estimado que en los últimos 50 años la superficie ocupada por la posidonia se ha reducido más de un 30% en el Mediterráneo occidental.”