Marrajo: El halcón peregrino del mar
El marrajo dientuso o de aleta corta (Isurus oxyrhinchus) es un tiburón pelágico de la familia de los lámnidos. Se le considera el tiburón más rápido del mundo y, posiblemente, se encuentre en el top 5 de los peces más rápidos (sólo por detrás de los peces vela) lo que le ha valido el apodo de “el halcón peregrino del mar”. Se han registrado oficialmente velocidades de 50 km/h, aunque existen algunas estimaciones de marrajos adultos que podrían haber alcanzado los 70 km/h.
Pero, ¿cómo es esto posible en un medio acuático que ofrece tanta resistencia?.
La respuesta a esta pregunta es sencilla. Diseño y potencia. Los marrajos dientusos están diseñados evolutivamente para la velocidad. Un hocico largo y puntiagudo y un cuerpo aerodinámico los hacen increíblemente hidrodinámicos. Además, tienen una poderosa cola en forma de media luna que los impulsa a través del agua. Su piel, como la de todos los tiburones, está cubierta con millones de diminutas escamas en forma de dientes llamadas dentículos dérmicos, que apuntan hacia atrás para reducir el rozamiento con el agua, pero en este caso, el diseño es llevado al extremo. En las zonas con mayor flujo de agua, por ejemplo en los bordes de las aletas pectorales, los marrajos tienen también unas “escamas flexibles” que cuando se incrementa el flujo se erizan ayudando a empujar el agua sobre el cuerpo de manera más eficiente, como los alerones de un coche de competición. Este diseño, les permite alcanzar altas velocidades y también realizar saltos de unos 9 metros fuera del agua. Además, son también grandes nadadores, pudiendo cubrir distancias promedio de casi 60 km al día.





Otra gran adaptación, que también presentan otros lámnidos como el tiburón blanco (Carcharodon carcharias), es lo que se conoce como endotermia, es decir, la capacidad de retener el calor generado por la actividad muscular y el metabolismo, lo que les permite mantener una temperatura corporal bastante superior a la temperatura del agua (en algunas especies hasta 20º C). Esto incrementa su potencia muscular, facilita la digestión y sus movimientos pueden ser más rápidos y explosivos.
A pesar de estas ventajas evolutivas, al igual que muchos otros tiburones, sus características biológicas les confieren una alta sensibilidad a la sobrepesca. Los marrajos presentan una tasa de reproducción muy baja y sólo tienen crías cada 3 años. Las hembras maduran a los 18 años y solo producen de 4 a 25 crías, después de una gestación de 15 a 18 meses.
Muy valorados por su carne y aletas son objetivo de las flotas pesqueras y también se capturan de forma incidental. La captura durante décadas, sin el establecimiento de límites de pesca, ha llevado a la población del Atlántico norte a un nivel de agotamiento sin precedentes que hizo saltar las alarmas en 2017, cuando los científicos detectaron graves niveles de sobrepesca y recomendaron su prohibición de captura. Los científicos estiman que si ahora mismo paráramos toda la captura, la población sólo tendría un 50% de probabilidades de recuperarse a niveles saludables para el año 2045, y un 70% de probabilidades de recuperarse para 2065.
A pesar de lo crítico de la situación y de la claridad y gravedad del consejo científico, la UE, los Ministerios de Pesca de diversos países (España entre ellos), las organizaciones regionales de gestión pesquera (ORGP en adelante) como ICCAT, siguen dándole vueltas y poniendo trabas a la prohibición de su retención en el Atlántico norte (en el Mediterráneo hace años que su pesca está prohibida).
Por suerte, en 2019, el marrajo sardinero entró en el apéndice II de CITES (Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres), lo que implica que es necesario demostrar que las exportaciones y los desembarques de esta especie provienen de pesquerías legales y sostenibles. Las últimas noticias sugieren que desde el Ministerio de Transición Ecológica, de quién depende la autoridad CITES en España, no se va a dar ningún certificado y que el cupo de comercialización para 2021 va a ser 0. Movimientos similares se están viendo también en el gobierno de Portugal, que recientemente también ha anunciado lo mismo.
Ambas cosas arrojan un poco de esperanza en el futuro de las poblaciones de marrajo dientuso en el Atlántico norte, especialmente porque España y Portugal son los países que más marrajo capturan. Veremos si se mantiene la tendencia y si finalmente, también desde Pesca, la UE y las ORGPS se decide seguir el consejo de los científicos de prohibir la retención a bordo de marrajo dientuso y así empezar a construir el camino de la recuperación de sus poblaciones.