Las medusas: odi et amo
Es cierto que las medusas son los animales más odiados durante el verano en la playa. Pero son organismos fascinantes y se deberían de conocer un poco más, para quizás, odiarlas un poco menos!
Las medusas son animales invertebratos que pertenecen al phylum de los Cnidarios, que también incluye a los carismáticos corales, anémonas y gorgonias. Hay dos formas básicas del ciclo de vida de los cnidarios: el pólipo, en que el animal es sedentario, con un cuerpo tubular; y la medusa, que es pelágica y es el estadio adulto. Son animales muy simples desde el punto de vista anatómico. Están formados en un 95% por agua, y prácticamente carecen de orgános. El cuerpo de las medusas presenta dos partes: por un lado la campana, llamada también cúpula o umbrela, que contiene los receptores nerviosos, la boca, un estomago muy primitvo y las gonádas para la reproducción. Y, por otra parte, los tentáculos, que salen por debajo de la campana, normalmente rodeando la boca.
¿Por qué las medusas pican?
Las medusas viven en la columna de agua y se mueven junto a la corriente. Algunas especies de medusas, de la clase Cubozoa, pueden moverse gracias a lo que se denomina velarium. Ese tejido vascularizado se contrae generando un flujo de agua que favorece la propulsión y el cambio de dirección. Pero en general, las medusas se mueven verticalmente en la columna de agua y se dejan transportar por las corrientes.
Cuando nos pican, lo más probable es que hayamos entrado en contacto sin querer con sus tentáculos urticantes, ¡las medusas no nos persiguen!
Los tentáculos están equipados con células urticantes llamadas cnidocitos, que contienen nematocistos, los cuales están formados por una estructura filamentosa urticante. Estas estructuras están enrolladas dentro de los cnidocitos, una vez que entran en contacto se disparan e inyectan toxinas, que son utilizadas para capturar y paralizar a sus presas o para su defensa. En el Mar Mediterráneo, aunque las picaduras de medusa pueden ser dolorosas, la mayoría no son situaciones de emergencia.
Aprendiendo a conocer las especies que se encuentran en el Mediterráneo
Las medusas tienen una distribución cosmopolita, y hay especies que se han adaptado a vivir desde a los mares tropicales hasta a los mares más fríos de los polos.



Una de las especies más frecuente del Mar Mediterráneo es la Pelagia noctiluca, translúcida, con tonos rosado-violáceos fascinantes. Su nombre en latín se refiere a su capacidad de producir bioluminesciencia, es decir, brillar de un color verde-azul durante las noches. Puede formar densos enjambres y su picadura causa irritaciones y escozor a nivel de la piel.



Otra especie muy común es la Aurelia aurita, apodada medusa de cuatro ojos: tiene un color transparente, un cuerpo en forma de plato y tentáculos cortos. Su picadura es inofensiva, pero se concentra de forma abundante en las zonas costeras muy frecuentadas por bañistas.



También durante el verano y otoño, se puede encontrar facilmente la medusa apodada “huevo frito”, Cotylorhiza tuberculata. Tiene forma de sombrilla aplanada, color marrón amarillento y con una destacada protuberancia central anaranjada. Su peligrosidad es baja y su capacidad de producir urticaria es limitada, debido a la escasa longitud de sus tentáculos y a la baja densidad de células urticantes en los mismos. Es muy probable encontrar grupos de pequeños peces que se refugian entre sus tentáculos.



Desde hace bastantes años, se ha detectado un aumento de colonias flotantes de Velella velella, también conocida como vela de mar, un hydrozoo modificado con un disco azulado redondo u oval. Estas estan sujetas a varamientos masivos en las playas; al no tener medios de locomoción, están a merced de los vientos para moverse. Tienen nematocitos que son relativamente benignos para los humanos.
Las medusas tienen un papel clave en el mar
Las medusas cumplen varios papeles ecológicos y se consideran componentes importantes de los ecosistemas marinos, formando parte de los eslabones superiores de la cadena alimenticia en diversos ambientes marinos. Se conocen por sus interacciones tróficas con otros taxones: depredan las larvas de plancton, equilibrando su cantidad en los mares y sirven de alimento a especies de tortugas, peces e incluso otras medusas. También enlazan relaciones de simbiosis con otras especies para proporcionarles refugio y transporte a cambio de protección.
Es muy importante concientizar a los bañistas, sobre todo a los niños, para evitar que siga el triste hábito de sacar del agua las medusas que de vez en cuando aparecen cerca de la playa, dejándolas secar en la orilla.
Por la naturaleza de su ciclo de vida tienen un comportamiento estacional, presentando sus abundancias máximas (blooms) durante la primavera o el verano, cuando el alimento planctónico es más abundante. El aumento de temperatura del agua debido al cambio climático junto a la eliminación progresiva de sus depredadores hacen que se incrementen en cantidad y extensión esos blooms, que a veces pueden transformarse en verdaderas plagas de medusas, que tienen efectos negativos para el turismo costero. Los blooms de algunas especies de medusas son otro síntoma de la degradación del ecosistema marino ya que sus plagas son cada vez más frecuentes y aparecen en zonas no habituales. Las proliferaciones que se han registrado en los últimos años de algunas especies pueden provocar un desequilibrio ecológico en los ecosistemas marinos, y si no se revierte la situación actual de sobrepesca es muy probable que en futuro la abundancia y la distribución de esos blooms dañinos seguirá empeorando.
Por otra parte, el estudio de las medusas tiene aplicación en distintos campos médicos: se estudian los mecanismos regenerativos de algunas medusas para entender mejor la transformación de función entre células, y se ha aislado el gen que produce la proteína bioluminesciente para aplicaciones en el monitoraje del crecimiento de célula tumorales. Extractos de medusas también se utilizan en cosmética y se estudió la posibilidad de destinar restos de medusas a la fabricación de abonos ecológicos para agricultura.
Las medusas son muy importantes para los ecosistemas marinos, y más estudios sobre la ocurrencia y la distribución de estas proliferaciones dañinas son necesarios para evaluar la salud de nuestros océanos.
Si este verano te encuentras en la playa, ten cuidado mientras nadas. Si ves una medusa, intenta alejarte y evita el contacto con sus tentáculos; si observas un enjambre de medusas cerca de la costa, ¡informa a los socorristas!