La pesca recreativa y la contaminación marina
Históricamente, la gestión pesquera del medio marino se ha centrado, básicamente, en la pesca profesional en sus diferentes modalidades. Así, habitualmente, la pesca recreativa se ha considerado como una actividad más marginal que no tenía un impacto importante sobre los recursos, debido a que utilizaban sistemas de pesca menos eficientes. A partir de los años 90 se empezaron a evaluar los impactos reales de la pesca recreativa en el Reino Unido y Francia, y posteriormente a Baleares y Australia, donde se empezó a observar que la pesca recreativa con anzuelo podía tener efectos importantes sobre la biología de las especies explotadas y que podía representar una parte importante del volumen total de ejemplares capturados. Por ejemplo, en un estudio realizado por Font & Lloret en 2010, observaron que en el Parque Natural del Cap de Creus, el volumen de capturas por pesca recreativa representaba aproximadamente el 50% del total de las capturas de la pesca artesanal en la misma zona.





Impacto de la pesca recreativa en ecosistemas marinos
La pesca recreativa, como actividad extractiva que es, conlleva una serie de impactos que se deben tener en cuenta en la gestión del espacio y de los recursos. Estos impactos pueden ser directos, cuando se producen directamente sobre las especies objetivo (por ejemplo, pueden generar presión sobre los recursos pesqueros y/o sobre especies vulnerables, pueden afectar al potencial reproductor de algunas especies, etc), e indirectos, derivados de la actividad pesquera y que afectan a otros componentes del ecosistema (por ejemplo, uso de especies invasoras como cebo o el impacto que generan aparejos de pesca abandonados sobre el ecosistema), y es de estos últimos de los que queremos hablar hoy.
Durante la pesca recreativa, es fácil que las líneas (con plomo, anzuelos e hilo) queden enrocados en fondos de roca o coralígeno, generando acumulaciones importantes de materiales tóxicos de lenta degradación (un hilo de pescar tarda alrededor de 600 años en descomponerse), y produciendo daños a los organismos frágiles que viven en estas zonas (p.ej. “estrangulamiento” de corales y gorgonias). El impacto de los plomos abandonados genera, también, un considerable impacto ambiental ya que durante su disolución libera contaminantes causando graves problemas toxicológicos cuando este plomo es asimilado por los organismos vivos. Las líneas de pesca deportiva abandonadas en zonas costeras, además de contaminación, representan también un peligro para las aves marinas y para los propios usuarios.
Recomendaciones y buenas prácticas en la pesca recreativa
Por todo ello, si eres pescador recreativo desde costa, te recomendamos seguir una serie de buenas prácticas:
- Trata de utilizar alternativas más ecológicas a los plomos usando, pesos de piedra o metal de aleaciones que no contengan plomo.
- Usa anzuelos de materiales oxidables (en caso de perderlos o enrocar se degradarán antes).
- Si haces pesca con boya, usa boyas de madera o corcho (evita el plástico).
- Muchos cebos artificiales contienen también plomo (jigs) y pueden tener las mismas repercusiones negativas en el medio.
- Recoge la línea rápidamente para evitar el enroque.
- Si pescas desde roca, no pises los organismos por encima y debajo de la línea de agua.
- No pesques cerca de nidos de aves.
- Recoge todos los residuos que hayas generado cuando te vayas.
Para más información sobre el código de pesca recreativa responsable puedes visitar el siguiente link: http://parcsnaturals.gencat.cat/web/.content/home/cap_de_creus/visitans/normes_i_consells/normes_de_navegacio_i_fondeig/CODIGO-pesca-recreativa-CASTELLANO-1.pdf