ICCAT 2019: Buenas y malas noticias para los tiburones
Sensaciones agridulces al finalizar la XX reunión de la ICCAT (International Commission of Conservation of Atlantic Tuna) en lo referente a las resoluciones sobre las diferentes propuestas relacionadas con la conservación de los tiburones.
Empezando por la parte positiva. Este año, la ICCAT ha sido la primera Organización Regional de Ordenación Pesquera (OROP) en el mundo en establecer un límite de capturas para las tintoreras (Prionace glauca). Próximamente se establecerán los límites de captura siguiendo las recomendaciones científicas tanto para la población del norte del Atlántico como para la del sur. Otras OROP habían establecido prohibiciones de captura para otras especies, pero ésta es la primera vez que se establecen límites internacionales de captura para una especie de tiburón pelágico.
En el lado negativo, sorprendentemente, la Unión Europea y los Estados Unidos han sido los principales impedimentos para que una propuesta de prohibición de retención del marrajo (Isurus oxyrhinchus), especie en grave peligro, saliera adelante, a pesar de las preocupantes advertencias por parte del Comité Científico de la ICCAT. Las proyecciones del Comité Científico nos mostraban claramente que una prohibición total de la captura no detendría la caída de la población hasta el año 2035 y la población tendría solo un 54% de probabilidades de recuperarse para el año 2045. Así de grave es la situación. El no establecimiento de la prohibición de captura puede llevar a la población a una situación de no recuperación hasta de aquí 50 años. Desgraciadamente, las presiones del sector pesquero han podido más que el sentido común y Europa y Estados Unidos han bloqueado una propuesta de prohibición de retención que hasta países como Japón o China estaban apoyando. En cambio, La Unión Europea, que des de hace tiempo ha estado presionando para las mejoras en la conservación de los tiburones e incluso proponiendo la inclusión de la especie en el anexo II de CITES, ha hecho incomprensiblemente un cambio de rumbo que pone en grave riesgo a la especie.
La otra cara negativa ha sido la del rechazo a la propuesta de regulación del aleteo mediante la política de aletas adheridas, que a pesar de que cada año tiene más apoyo (este año, 33 países de 47) ha sido nuevamente bloqueada por Japón y China, aun siendo minoría, ya que en la ICCAT los miembros prefieren adoptar las medidas por consenso en vez de ir a votación, cosa que bloquea el avance de las medidas de conservación. Parece ser que sobre esto también se ha aprobado una resolución que haría mejorar esta situación en un futuro.