Esa vez que el Mediterráneo casi se desecó
El Mar Mediterráneo representa solo el 1% de la superficie de todo el océano mundial, pero alberga alrededor del 7% de la biodiversidad marina mundial, con más de 17.000 especies descritas.
Tal como lo conocemos ahora, baña 21 países y 3 continentes con una profundidad media de 1,430 m, y su máxima profundidad se alcanza en la fosa de Calipso, cerca de Grecia.
El Mar Mediterráneo tiene una gran tasa de evaporación y si no fuera por la constante entrada de aguas desde el Océano Atlántico, los aportes de agua dulce por ríos y precipitaciones no podrían equilibrar la perdida de agua por evaporación.
¿Os habéis preguntado que pasaría si se cerrara el Estrecho de Gibraltar y el Mar Mediterráneo no recibiera agua del Atlántico?
Parece una hipótesis surrealista, pero es exactamente lo que ocurrió hace aproximadamente entre 5,96 y 5,33 millones de años, durante la Edad Messiniense. Esa desconexión marina con el Océano Atlántico, hizo que los procesos de evaporación intensos contribuyeran con el aumento en la salinidad del agua del Mediterráneo e hizo que se depositaran grandes cantidades de cristales de yeso y halita (sal común)
Durante la campaña con el buque oceanográfico Glomar Challenge de 1971 se realizaron perforaciones profundas en el fondo marino y en las muestras se encontró una capa de depósitos de yeso y halita que en algunos lados alcanzarían los 3 km de grosor.
En esa capa, se encontraron también microfósiles de foraminíferos de agua poco profundas y pequeñas conchas de moluscos, reconducibles a organismos que habitaron un lago hipersalino.
Esas pruebas geológicas confirman que el nivel del Mar Mediterráneo descendió entre uno y dos kilómetros por debajo del actual, casi desecándolo por completo. Otras evidencias que respaldan ese evento de evaporación son las minas de explotación de sal y de yeso que existen a lo largo de las costas del Mediterráneo actual, como las que se encuentran en Sicilia.



¿Cuáles han podido ser las causas para que ocurriese este hecho?
Diferentes teorías han sido elaboradas sobre las causas de la que se denomina Crisis Salina del Messiniense (CSM). Una de esas, se basa en el desplazamiento de las placas tectónicas: el movimiento de las placas Africana, Arábica y Euroasiática hizo que el Estrecho de Gibraltar se cerrara, causando el aislamiento del Mediterráneo.
Otra hipótesis valora la posibilidad de que en el océano mundial, el nivel del mar bajó debido al aumento de la capa de hielo de la Antártida en la edad final del Mioceno, por lo que entonces hubo un menor aporte de agua Atlántica a la cuenca Mediterránea.
En fin, la que se considera la más probable, tiene en cuenta dos efectos: por un lado el desplazamiento de las placas tectónicas que hicieron que se cerrara el Estrecho de Gibraltar y el cambio climático a nivel regional. Esos cambios produjeron temporadas de menor precipitación y temperaturas más altas, y la consiguiente variación de la cantidad de agua aportada por los ríos en en la cuenca Mediterránea.
El nivel del Mediterráneo bajó con el cierre de la conexión con el Atlántico y luego osciló dependiendo de los cambios climáticos regionales. Sin ir más lejos, el aporte de agua se vio reducido o incluso cortado, de la misma manera en la que se cierra el grifo en una bañera. El agua que quedó se evaporó y los cristales de sal se precipitaron en el fondo del mar y ¡esa condición duró por cientos de miles de años! El Mediterráneo se hizo casi inhabitable y las especies marinas migraron o murieron ya que el agua era demasiado salada o muy poco profunda.
¿Y cuándo el Mediterráneo volvió a llenarse?
Este aspecto también fue muy debatido por la comunidad de geólogos, pero casi todos estaban de acuerdo en decir que el Estrecho de Gibraltar ha tenido, otra vez un papel clave: el agua volvió a introducirse desde el Océano Atlántico, aunque las causas pueden haber sido diferentes.
Podría haberse producido un ascenso del nivel del mar, gracias a la desglaciación, que favoreciera de nuevo la entrada de agua Atlántica. Otros estudios aportan la teoría que los movimientos tectónicos permitirían que se abriese un paso en el actual Estrecho de Gibraltar, favoreciendo la entrada de agua. Otra posibilidad es que un arroyo que desemboca en el Mediterráneo erosionó y abrió una brecha en el actual Estrecho.



Lo que es cierto, es que el Mar Mediterráneo volvió a llenarse progresivamente en la que se denominó por la geóloga Italiana María Bianca Cita “Inundación zancliense”, que puso fin a la Crisis Salina del Mar Mediterráneo en la Edad del Plioceno.
La Edad del Messiniense ha sido una etapa clave para el Mar Mediterráneo, que ha dejado una materia prima que hoy en día seguimos explotando y ha causando cambios radicales en la fauna y flora marina.
¿Y en un futuro, podría volver a pasar algo similar?