Cambio climático, el león marino de California y la neurocirugía
Conoce a «Cronutt el león marino de California», el primer mamífero marino en pasar por un procedimiento quirúrgico experimental para tratar su epilepsia y así, con suerte, poder liberarlo después de años en cautividad.



Cada año, la intoxicación por ácido domoico afecta a cientos de mamíferos marinos a lo largo de las costas de California, que terminan arrastrándose por tierra debido a los daños cerebrales. Este problema se ha documentado durante más de 20 años y va en aumento a medida que el cambio climático calienta los océanos del mundo.
¿Cómo llegan estos mamíferos marinos a ingerir ácido domoico?
A medida que el océano se calienta, las floraciones de algas se van extendiendo, creando toxinas que son ingeridas por sardinas y anchoas, que a su vez son ingeridas por los leones marinos, causando daños al cerebro que resultan en epilepsia. Las nutrias marinas también padecen riesgos al consumir mariscos cargados de toxinas. Estos animales son trasladados a centros de rescate y reciben cuidados de apoyo, pero tienden a morir o necesitan permanecer en cautiverio el resto de su vida. Sin embargo, este mes se intentó por primera vez un procedimiento quirúrgico experimental en un león marino afectado, con éxito.
Cronutt, primer león marino en pasar por un procedimiento quirúrgico experimental para tratar la epilepsia



Médicos del Departamento de Cirugía Neurológica de la Universidad de California en San Francisco habían desarrollado una terapia basada en células para la epilepsia en humanos, que había demostrado ser muy eficaz en animales de laboratorio (ratones). Nunca lo habían probado en vertebrados más grandes, y se decidió probar este tratamiento en uno de estos leones marinos: Cronutt, un león marino de 7 años, que se había quedado varado por primera vez en 2017 y desde entonces tenía convulsiones cada vez más frecuentes y más graves, lo que le llegaba a impedir incluso comer. La intoxicación por ácido domoico en mamíferos marinos causa daño en el hipocampo, muy similar al observado en la epilepsia del lóbulo temporal, la forma más común de epilepsia en humanos. Tenían claro que valía la pena intentarlo.
El procedimiento se llevó a cabo el 6 de octubre y se desarrolló sin problemas. Desde entonces, Cronutt ha estado durmiendo y comiendo bien, recuperándose de la cirugía, aunque todavía es demasiado pronto para evaluar el éxito del tratamiento. Si este procedimiento funciona, abre una infinidad de posibilidades, tanto para realmente ayudar a los mamíferos marinos varados afectados por la intoxicación por ácido domoico, como para promover y mejorar la investigación para el tratamiento de la epilepsia en humanos.
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