Basura que huele a comida
Es bien sabido que la basura marina impacta negativamente al medio marino. Esta basura, compuesta principalmente por plásticos, puede provocar graves problemas a múltiples organismos marinos, al quedar enganchados en ella o ingerirla, siendo una importante causa de mortalidad y lesiones.
El motivo por el que la fauna marina se siente atraída por la basura marina ha sido típicamente atribuido a una confusión por su parte, a un error: una bolsa de plástico dentro el agua puede parecerse a otro organismo (medusa, cefalópodo, etc.) y por eso la ingiere. Pese a ello, la basura ingerida ni está compuesta exclusivamente por bolsas de plástico ni es siempre parecida (por lo menos aparentemente) a un organismo marino. Este hecho cuestiona que el único motivo por el cual se de esta interacción entre fauna marina y basura sea la confusión visual, ya que otro sentido también podría jugar un papel muy importante: el olfato.





El papel que juega el olfato en la atracción hacia la basura marina ha sido testado en un estudio desarrollado en Estados Unidos, centrado en la tortuga boba (Caretta caretta). Se estudió la reacción y el comportamiento de las tortugas al percibir el olor emitido en el aire de cuatro elementos distintos: agua desionizada, alimento, plástico limpio (fragmentos de una botella de plástico) y plástico recubierto de especies bioincrustantes (fragmentos de una botella de plástico que había pasado 5 semanas sumergida en el medio marino). Los distintos olores se emitieron por separado para valorar el comportamiento de las tortugas en cada caso, comprobando que tenían la misma respuesta cuando se emitía el olor del alimento y del plástico recubierto por especies bioincrustantes. En ambos casos las tortugas adoptaron un comportamiento atribuible a la búsqueda de alimento.
Este hecho ya se había demostrado previamente en otros estudios centrados en aves marinas, demostrando que los plásticos recubiertos por organismos incrustantes emitían olores que utilizaban los depredadores marinos para identificar presas y zonas de alta producción en el océano. Por ello parece que la interacción entre algunas especies marinas y la basura no es exclusivamente provocada por una confusión visual. Lamentablemente la basura marina huele a comida.
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