¡Aleta a la vista! El sorprendente pez luna
El pez luna (Mola mola) es un animal de apariencia inconfundible, que a partir de primavera se empieza a ver más a menudo cerca de la superficie de nuestras aguas, y que generalmente detectamos cuando se encuentran en la superficie aleteando su aleta dorsal de un lado a otro o simplemente tumbados flotando sobre un costado.



Una pregunta muy común es porqué estos peces tienen este comportamiento, y se han descrito principalmente dos razones. Por un lado, los peces luna suben a la superficie y reposan sobre su costado “tomando el sol” tras realizar inmersiones profundas y nadar en aguas frías en búsqueda de alimento para recuperar la temperatura corporal. Esto es porque son animales ectotermos, y por lo tanto, que dependen del entorno para regular su temperatura corporal. Al regresar a las aguas de la superficie que son más cálidas y gracias al calor del sol, recuperan su temperatura tras haberse enfriado durante la inmersión. Por otro lado, al estar cerca de la superficie pueden aprovechar para ser desparasitados por aves marinas. El pez luna es conocido por su impresionante carga parasitaria. Se han registrado hasta 66 especies de diferentes de parásitos solo en esta especie, algunos de los cuales incluso son parásitos de los parásitos del pez luna. En ocasiones, pueden verse individuos saltando fuera del agua, un comportamiento que se cree que está también relacionado con la desparasitación.
A día de hoy se han descrito hasta 5 especies distintas de pez luna (Mola mola, Mola tecta, Mola alexandrini, Masturus lanceolatus y Ranzania laevis), aquí nos referiremos al pez luna común (Mola mola), que se puede encontrar en aguas tropicales y templadas de todo el mundo, incluido en el Mar Mediterráneo
Aspecto único
El pez luna se caracteriza por su forma ovalada y con el cuerpo comprimido lateralmente, generalmente de color gris/pardo más intenso dorsalmente y pálido en los laterales y zona ventral.
La boca de estos peces le da también su apariencia característica ya que es pequeña en relación al cuerpo y los dientes están soldados en placas que le dan forma de pico.
El origen del nombre
Tanto su nombre común como científico se deben a su apariencia. Por un lado, el nombre científico Mola mola proviene de su parecido con una muela, la piedra que se empleaba en los molinos para moler el grano. Por otro lado, el nombre común se debe a su característica forma, existe la leyenda que su nombre común se lo dieron los pescadores que cuando salían a faenar de noche y se encontraban con un pez luna flotando en la superficie lo confundían con el reflejo de la luna sobre el agua.
Un tamaño de récord
Es uno de los peces óseos más grandes del mundo, con un tamaño medio de 1,8 m de largo y 2,4 m de alto (incluyendo las aletas dorsal y anal). Y un peso medio de 1000 kg.
Hasta hace poco se consideraba el pez osteíctio más pesado del mundo al hallarse un individuo con un peso de 2300 kg y un tamaño de 2,72m, hasta que recientemente se confirmó que el animal pertenecía a otra especie, al pez luna del sur (Mola alexandrini).
Nadadores activos



Aunque inicialmente se creía que los peces luna se movían lenta y pasivamente siguiendo las corrientes de agua, en los últimos años se ha podido observar que estos animales son capaces de realizar largos recorridos (de hasta 2520 km en 130 días) e inmersiones a más de 500m de profundidad (se ha registrado un máximo de 844 m) varias veces al día para alimentarse. Generalmente, durante el día, los peces luna se mueven entre aguas superficiales (en o por encima de la termoclina) y aguas de profundidad, alternando la búsqueda de alimento y la recuperación de temperatura, mientras que durante la noche permanecen en aguas superficiales por encima de la termoclina. En algunas zonas se ha observado diferencias en este ciclo migratorio diario.
A lo largo del año se han detectado migraciones latitudinales influenciadas por la temperatura superficial del agua y de la disponibilidad de alimento. Los individuos migran hacia aguas de latitudes más altas durante el verano y regresan a aguas más cálidas en invierno. Aunque no todos los individuos realizan estas migraciones, se ha observado cierto grado de residencia en algunos individuos que se cree que puede estar relacionado con la disponibilidad de alimento y/o el tamaño del individuo, así los individuos de mayor tamaño parecen realizar los desplazamientos más largos.
Dieta
Aunque se creía que se alimentaban mayoritariamente de medusas, estudios recientes han mostrado que seguramente su dieta es mucho más variada alimentándose de crustáceos, moluscos y peces. El pez luna experimenta un cambio ontogenético en la dieta, donde los individuos más pequeños se alimentan de presas bentónicas de alta densidad energética en áreas costeras, mientras que los individuos más grandes se encuentran mar adentro, cambiando a una dieta basada principalmente en organismos gelatinosos (medusas).
Estos nuevos descubrimientos sugieren que el pez luna juega un papel trófico mucho más importante y diverso de lo que se pensaba anteriormente.
Reproducción
No se tiene gran información sobre la reproducción de esta especie, pero si se sabe que son uno de los vertebrados con más potencial reproductor ya que se encontró una hembra de 1,4 metros con 300 millones de óvulos de unos 1,3 mm de diámetro en su ovario.
Al nacer, las larvas tienen un tamaño de una cabeza de alfiler y pasarán por 3 estadios de desarrollo antes de alcanzar la forma adulta, que puede llegar a requerir un aumento de masa de 60 millones de veces.
Amenazas



Los peces luna tienen pocos predadores naturales, entre ellos tiburones, orcas y leones marinos. La mayor amenaza actualmente es su captura incidental por palangre y redes de pesca. Está considerada una especie en estado “vulnerable” por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y su población se tiene una tendencia decreciente.
Teniendo en cuenta la captura incidental masiva en curso de peces luna, la eliminación de un mesodepredador de rango tan amplio como el pez luna, puede tener implicaciones de gran alcance para una variedad de sistemas marinos y por lo tanto, se hace imprescindible trabajar para su conservación.